domingo, 8 de mayo de 2011

¿Es el mundo lo que parece o yo estoy loco???


La experiencia de visitar un aeropuerto sin aviones fue sorprendente, pero como era un día ventoso, imaginó un cielo plagado de cometas de colores.  La biblioteca sin libros, pero qué iluminación más acertada, comentaron, le produjo un sentimiento nostálgico y un terrible dolor de cabeza, aunque creyó que se lo podrían aliviar en la última visita programada. De verdad lo necesitaba, pues no contribuyó en nada a su mejoría, la visita al socavón inmenso donde ya no le quedó imaginación para visualizar más que una estación de metro de juguete con  playmóbils ajetreados en sus desplazamientos.
Por fin llegaron al hospital, le hacía falta, lo de su cabeza ya no era sólo dolor, le invadía una sensación desconocida que, se le apoderó totalmente cuando la amable enfermera le dijo que no se preocupara, que el hospital era de mentira, ella era actriz así como los enfermos y que después del bocadillo de chorizo que iban a comerse en los futuros quirófano, los visitantes dudosos salían muy recuperados del efecto mátrix y el resto, pues contentos.

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